El glaucoma es una enfermedad de los ojos que se caracteriza generalmente por el aumento patológico de la presión intraocular, por falta de drenaje del humor acuoso y tiene como condición final común una neuropatía óptica que se caracteriza por la pérdida progresiva de las fibras nerviosas del nervio óptico y cambios en su aspecto.

La mayoría de las personas afectadas no presentan síntomas en las primeras fases de la enfermedad; más adelante aparecen defectos en el campo visual y pérdida progresiva de visión. La aparición de estos síntomas puede significar que la enfermedad está en un punto avanzado de su evolución. Es inusual que exista dolor ocular en el glaucoma crónico, pero es frecuente en el glaucoma agudo (glaucoma de ángulo cerrado), el cual sí puede ocasionar intensos síntomas desde su inicio.

Como se mencionó antes, uno de los principales factores que pueden influir en la aparición de glaucoma es la presión intraocular alta, aunque no existe una correlación exacta entre glaucoma y presión intraocular, pues algunas personas pueden desarrollar la enfermedad con cifras de presión intraocular consideradas normales y, sin embargo, en otras ocasiones existen cifras altas sin que se produzca ninguna repercusión ocular.

Existen varios tipos de glaucoma, cada uno de los cuales tiene un origen y una evolución diferentes, por lo cual la definición general anteriormente expuesta puede no corresponder a todas las formas de esta enfermedad. La mayor parte de los casos corresponde al llamado glaucoma crónico simple (glaucoma de ángulo abierto).

Ophthaimology, la revista científica de la Academia Americana de Oftalomología, ha publicado una investigación donde se plantea que los efectos adversos sistémicos pueden afectar a la salud ocular.

La pérdida progresiva de piezas dentales, con o sin enfermedad periodontal, se asoció con un riesgo significativamente mayor de padecer glaucoma primario de ángulo abierto (POAG, en sus siglas en inglés), según los resultados de un estudio prospectivo a largo plazo sobre la salud bucodental en profesionales sanitarios masculinos. Según esta reciente investigación, aquellos pacientes que informaron de la pérdida de uno o más dientes en los últimos dos años tuvieron un 45 por ciento de mayor riesgo de padecer glaucoma primario (la forma más frecuente de glaucoma, representa al menos el 90 por ciento de todos los casos de esta dolencia). De igual manera, los hombres que informaron de enfermedad periodontal, y que habían perdido uno o más dientes en los últimos dos años, tuvieron hasta un 85 por ciento de riesgo de glaucoma.